Perales de Tajuña siempre fue una de las huertas de Madrid. Y no sólo por sus exquisitas peras, que tanta fama tenían que dieron nombre al pueblo, sino por la excelente calidad de sus productos de huerta.

El municipio cuenta con la particularidad de tener 3 fértiles vegas, la del Peral, la del río Tajuña y ésta del Lugar, la más cercana al pueblo y cuyas tierras se riegan con las aguas del arroyo de la Vega, una corriente de agua cristalina que brota en el páramo y que desciende por el 'Prao de Arriba' hasta desembocar en el Tajuña. A su paso, crecen multitud de variedades de hortalizas y verduras, incluso en invierno, manteniéndose aún la tradición de vender estos productos en las puertas de las casas cuando la producción es más abundante.