“Apostamos por
el turismo de proximidad. Estamos más cerca que muchos barrios de Madrid y
tenemos no sólo un patrimonio natural de alto valor, sino también gastronomía,
historia y uno de los Monumentos Nacionales más desconocidos de España”, ha
explicado la alcaldesa, Yolanda Cuenca, durante la presentación del stand, este
miércoles en Ifema.
Junto con Ambite,
Arganda del Rey, Belmonte de Tajo, Brea de Tajo, Carabaña, Chinchón, Colmenar
de Oreja, Estremera, Fuentidueña de Tajo, Morata de Tajuña, Orusco de Tajuña,
Rivas Vaciamadrid, Tielmes, Valdaracete, Valdelaguna, Valdilecha, Villaconejos,
Villamanrique de Tajo, Villar del Olmo y Villarejo de Salvanés, el stand del Eje del Sureste ofrece
información global sobre la zona y particular sobre la oferta turística más
destacada de los pueblos integrantes, gracias al impulso de Madrid Activa.
A través de un vídeo y de dos nuevos folletos turísticos presentados con motivo de la feria, el Ayuntamiento promociona el municipio en torno a cinco ejes: la Historia, en la que se recogen monumentos como la iglesia barroca construida sobre la fortaleza del Cardenal Cisneros; la Vía Verde del Tajuña, que se constituye como la principal entrada de turismo al pueblo y la única a la que se puede llegar en metro; o la Ruta de las Fuentes, un trazado urbano y rural buscando el sonido del agua.
La apuesta como destino turístico de
proximidad se complementa con la gastronomía. “Perales fue durante siglos parte
de la Huerta de Madrid”, ha comentado la alcaldesa, poniendo en valor los
productos agroecológicos que se cultivan en el municipio y que se pueden
degustar en sus establecimientos hosteleros, así como las afamadas patatas
fritas locales o el aceite virgen extra de la cooperativa. Además, cada día
después de comer, el stand se llenará de dulces típicos de la zona, entre ellos
los de los obradores de Perales.
Un Monumento Nacional desconocido
Pero es, sin duda, el Risco de las Cuevas el gran atractivo turístico del municipio. Declarado Monumento Nacional en 1931, esta pared de yeso con cuevas horadadas en la roca por los caracitanos es una joya del patrimonio arqueológico madrileño. Una “corrala histórica” sobre el río Tajuña que cuenta con un centro de interpretación para descubrir su evolución desde su creación, su conquista por los romanos o su pasado cinematográfico.