La propiedad, con un valor de comparación que superaba el millón de euros, arrastraba una deuda con el Ayuntamiento que rondaba los 60.000 euros, por lo que el Consistorio inició un proceso administrativo para recuperar los tributos no pagados que acabó en una subasta pública del inmueble a través del portal de subastas del Boletín Oficial del Estado, quedando la puja desierta, por lo que se transfirió la propiedad al municipio.
Ahora la intención del Ayuntamiento es evaluar las posibilidades de aprovechamiento de sus 6.780 m², de los cuales 4.798 están construidos, para crear un nuevo espacio público para el uso y disfrute de todos los peraleños.
“Gracias a las gestiones realizadas por el Ayuntamiento, hoy todos los peraleños hemos ganado para el pueblo un espacio con una degradación muy alta, pero con un gran potencial. Un patrimonio que, con mucho esfuerzo, tendrá que adecuarse, pero que, sin duda, se convertirá en uno de los lugares de referencia de nuestro pueblo”, ha explicado la alcaldesa, Yolanda Cuenca, asegurando que los servicios municipales ya trabajan en distintas fórmulas para, en una primera fase, reforzar la seguridad del inmueble, pese al elevado coste que supone, entre otras cosas, retirar todo el amianto.