Se trata de unos Presupuestos basados en el control del gasto público, la búsqueda de la eficiencia y la eficacia de la gestión municipal. “La situación de las arcas municipales es buena y la mejor prueba es que no es necesario elaborar ningún Plan de Ajuste o Económico-Financiero”, ha señalado la alcaldesa, Yolanda Cuenca, destacando que, la deuda viva del consistorio ha vuelto a bajar, reduciéndose del 9,45% hasta el 7,64%, con respecto al año anterior, “muy lejos del límite del 75% que establece la normativa vigente”.
Unos presupuestos calificados de “realistas” por la primer teniente de alcalde y portavoz, Marisol Bucero, que se basan en la máxima de “no incrementar la carga impositiva a los vecinos”, a la vez que aumentan partidas como la destinada a la Mancomunidad de Servicios Sociales Misecam.
Más ingresos y menos gastos
El Presupuesto de ingresos para 2020 asciende a 2.313.650 euros, lo que supone un aumento de 180.604,50 euros con respecto al ejercicio anterior; mientras que los gastos alcanzan los 2.242.210 euros, aumentando en 128.068,50 euros.
A destacar en el capítulo de gastos el esfuerzo de contención del gasto en bienes, servicios y transferencias corrientes, aumentándose en un 50% las atenciones benéficas, sociales y asistenciales. Además, se reducen las partidas para planeamiento urbanístico, comunicaciones, gastos de protocolo, jurídicos y de locomoción. Con respecto a las inversiones, la partida sube hasta los 111.000 euros, muy superior a los cerca de 56.000 euros del ejercicio anterior.
Respecto a los ingresos, también suben y lo hacen debido fundamentalmente al incremento de los valores catastrales en el IBI de naturaleza urbana, como consecuencia de una regularización de la Dirección General del Catastro que no se producía desde los años 90. Se pasa así de los 948.800 euros de 2019 a los 973.500 euros actuales, lo que supone más del 43% del total del Presupuesto.