Un plan para
poner en valor el agrocompostaje en el que el agricultor es quien composta los
residuos de sus vecinos en sus cultivos, evitando los fertilizantes químicos,
lo que contribuye a la viabilidad de las pequeñas explotaciones agrícolas y
resulta más eficiente que el compostaje a gran escala. Un modelo que ya
funciona con éxito en países como Bélgica, Holanda o Austria.
Un proceso que
no sólo es beneficioso para el Medio Ambiente, sino para las economías locales.
“Los ayuntamientos dejarían de tener que depender de los elevados costes de los
sistemas convencionales de basura, que se revertirían en los agricultores,
siendo además una medida para incentivar el emprendimiento agrario”, ha
explicado el presidente de Asociación Unida de Productores Agroecológicos, Luis
Velasco.
El taller
forma parte del Plan de Desarrollo Rural de la Comunidad de Madrid, que, a
través del Fondo Social Europeo, ha creado diferentes Grupos Operativos
Potenciales en los que entidades de diversa índole, Imidra, Aracove, la
Asociación Intermunicipal Territorios Reserva Agroecológicos (Red TERRAE) o el
Ayuntamiento de Perales de Tajuña estudian, valoran y llevan acciones para
solucionar las necesidades del mundo rural madrileño.
Perales de Tajuña es uno de los municipios que más apuesta por la agroecología de toda la región y fue elegido por la Comunidad de Madrid para comenzar el proyecto AgroLab, que este año comienza su cuarta edición. Desde 2014, AgroLab Perales se ha convertido en un modelo de éxito en el que se han formado decenas de personas, muchas de ellas desempleadas. Una escuela de emprendimiento agrario que va más allá de la producción y venta, integrando valores sociales, y apostando por que la gestión de biorresiduos municipales se integre como parte de un itinerario de alfabetización agroecológica.