Naturaleza

Risco de las Cuevas
Conjunto de cuevas que pudieron ser excavadas por gentes Neolíticas. Situadas cerca de la margen derecha del río Tajuña y declaradas Monumento Nacional en 1931. Se conservan 50 cuevas, repartidas en dos grupos, separados por un estrecho barranco, en las que se encontraron materiales de distintas épocas que están depositadas en el Museo Arqueológico Regional de Alcalá de Henares.

A partir de los restos encontrados se puede afirmar que algunos de los habitáculos formaban conjunto, ya que hay accesos o escalones entre ellos, constatándose agrupaciones de al menos dos habitaciones en estos conjuntos.

Distribución y organización interna:
El interior de los habitáculos presenta refuerzos centrales en algún caso, como sucede en la estancia en cuyo centro se talló una pilastra que refuerza la seguridad de la pieza, amenazada por la debilidad de los materiales de la techumbre. También es frecuente localizar basares o nichos laterales para depositar útiles o vasijas; así como soportes horadados en el techo para colgar cuerdas o tiras de cuero de las que se suspendían vasijas o lámparas.
En el suelo de las instancias han aparecido también oquedades rectangulares que se interpretaron en su momento como lechos, pudiendo tratarse de tumbas excavadas en la roca en la alta Edad Media.

Cronología:
Se han propuesto para esta conjunto varias etapas históricas. En un primer momento se atribuyó su confección al hombre en el neolítico o calcolítico, para luego centrarlo en la Edad del Hierro e incluso, en época romana. En todos los casos se ha aportado como prueba la presencia en la zona de materiales de estos momentos. Hoy se considera que este conjunto puede responder, a épocas medievales, tratándose así de un "eremitorio". No obstante esta adscripción temporal no elimina la posibilidad de que este lugar estuviese habitado en otros momentos, como parece deducirse de los hallazgos arqueológicos localizados en su entorno.

Técnica:
Las cuevas se horadaron con una herramienta del tipo pico o bujarda, que ha dejado su huella en las paredes de los habitáculos. La talla resultaba fácil, dada la poca consistencia de las formaciones yesíferas que sirven de base a las oquedades. Con este sistema se aplicaron las estancias, constando, así mismo, el revestimiento de algunos de sus interiores.


Prado de Arriba
 
Interesante pradera-explanada donde se puede disfrutar del nacimiento del Arroyo de la Vega, cuyo caudal aumenta con los aportes de Los Cotorrillos, situados en la ladera izquierda. El Prado de Arriba fue bebedero y descansadero real desde la baja Edad Media, donde llegaban los rebaños de merinas trashumantes desde la Vereda de la Cuesta y el Cordel de la Galiana.
 
Antiguamente fue lavadero público, lugar de ocio y esparcimiento. Sus aguas alimentaron, hasta hace unos años las fuentes públicas del municipio. Se puede acceder a través del Paseo de la Ermita o Camino del Prado de Arriba.


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